El pasado sábado, nuestro compañero Antonio circulaba tranquilamente en bici por su barrio cumpliendo la ordenanza (circular por el centro del carril, llevar luces, respetar al resto de vehículos circulantes...) cuando un cochista empezó a acosarle, acercándose a su bici, tocando el cláxon, adelantándole sin guardar la distancia de seguridad...
Al final, le tiró al suelo y, no contento con ello, le agredió a él, golpeando también su teléfono móvil y sus gafas. El horrible episodio está detallado en la denuncia que acompaña este texto.
¿Sabéis la parte buena de esta historia? Ayer lunes, como todos los días, Antonio se subió a su bici de nuevo para ir a trabajar. ¡Mucho ánimo, compañero, y gracias por ser un ejemplo para todos!
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